El aumento del uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICS) e Internet en nuestra sociedad ha potenciado la aparición de nuevas formas de adicción. Una de las más relevantes por sus implicaciones sociosanitarias sería la adicción al cibersexo, y más en concreto, el visionado excesivo de pornografía online. Numerosos estudios apuntan que, en determinadas personas, el visionado de pornografía puede sobrevenir excesivo e incontrolado, generando graves problemas en las diferentes áreas de la vida. Por ello, es importante explorar aquellos factores que actúan como predisponentes o mantenedores de este problema. Se postula que uno de ellos podría ser la capacidad que tiene el material pornográfico para atraer y consumir recursos atencionales (cue reactivity), generando una interferencia en la atención a otros estímulos relevantes.
En un estudio llevado a cabo en personas con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, se exploró la relación entre la interferencia atencional inducida por la exposición a contenidos pornográficos y la severidad de dicha conducta.
Los resultados de este estudio confirman la capacidad de distintos contenidos multimedia (entre ellos, la pornografía) para atraer y consumir recursos atencionales, así como la relación entre la capacidad de interferencia atencional y su potencial adictivo. Así, resulta primordial plantear nuevas aproximaciones clínicas que den relevancia a este aspecto tanto a nivel de evaluación como a nivel de tratamiento e intervención directa.
Más información sobre este estudio: https://www.researchgate.net/publication/335526051_Adiccion_a_la_pornografia_interferencia_atencional_y_gravedad_del_consumo