El dolor crónico y los tratamientos asociados pueden afectar negativamente el funcionamiento y la satisfacción sexual. Con este estudio se pretendía evaluar si existen diferencias en algunos componentes de la sexualidad entre adultos mayores con y sin diagnóstico de dolor crónico. Para ello, participaron 132 estudiantes de la Universidad para Mayores de la Universitat Jaume I de Castellón, 61,4% de mujeres y 38,6% de hombres, con una edad media de 61,4 años. Se dividió a los y las participantes en función de si tenían o no el diagnóstico de alguna condición de dolor crónico: un 47,7% fue clasificado en la condición con dolor crónico y un 52,3% en la condición sin dolor crónico. Se les administró la versión ampliada del cuestionario SEXPAIN (Ballester et al., 2022) que evalúa diferentes aspectos de la vida sexual. Los resultados indicaron que el 96,8% de las personas sin dolor crónico y el 91,5% de las personas con dolor crónico evaluadas consideraba las relaciones sexuales un aspecto muy importante. No obstante, el 20,3% de las personas sin dolor crónico y el 39,3% de las personas con dolor crónico reportaron no estar nada satisfechos con su vida sexual, y un 16,7% y un 24,1%, respectivamente, estaba muy de acuerdo en que cambiaría muchas cosas de su vida sexual. Las personas con dolor crónico obtuvieron mayor interferencia en algunos aspectos de la función sexual como el interés (p.001), la excitación (p=.014) o la satisfacción sexual (p=.035) que las personas sin dolor crónico. Sin embargo, otros aspectos relacionados con el intercambio de afecto, la comunicación sexual o algunos parámetros de la respuesta sexual como el orgasmo, no reportaron diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos. Así, queda patente que la sexualidad es un ámbito que debe ser evaluado y tratado adecuadamente en el abordaje de las personas con dolor crónico. Para saber más de este artículo: https://bit.ly/3GgpXHy