En la última década el sexting ha emergido como una práctica cada vez más común en la expresión de la sexualidad, especialmente, entre la adolescencia y juventud. Progresivamente, esta tendencia se ha ido integrando de manera significativa en las interacciones sociales y románticas de las personas, independientemente de encontrarse inmersos en una relación de pareja estable o no, lo que conlleva tanto oportunidades como desafíos y riesgos en términos de privacidad, consentimiento y salud. El objetivo del estudio fue analizar las diferencias en las conductas de sexting y motivaciones para realizarlo en función de la situación de pareja. Para ello, 200 universitarios (72% mujeres), de entre 19 y 30 años cumplimentaron una batería de preguntas online acerca de su historia afectivo-sexual y diversos cuestionarios sobre sexting. Entre los resultados, cabe destacar que las personas que tenían pareja estable recibían más contenido sexual (x² = 6.31; p =.012), enviaban más (x² = 11.97; p = .001) y recibían más respuestas ante contenido enviado (x² =9.68; p = .002). Teniendo en cuenta los motivos para realizar sexting, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en hacerlo por aburrimiento (x² = 3.88; p = .049), sentimiento de soledad (x² = 7.91; p = .005), y no saber lo que hacían por algo que habían tomado (x² = 6.62; p = .010), siendo estas motivaciones más comunes entre las personas sin pareja estable. En conclusión, los resultados muestran la alta prevalencia de esta nueva vía de comunicación sexual y enfatizan la necesidad de considerar el estado relacional a la hora de establecer programas de prevención y/o promoción de la salud que aborden el fenómeno emergente del sexting, especialmente, para fomentar otras motivaciones que promuevan una sexualidad más saludable. Para saber más: https://tinyurl.com/ywrhk26f